Tal vez ningĂşn ministro en la Argentina contemporánea tuvo el poder de Julio De Vido. En la caja del Estado, la obra pĂşblica, durante años, fue todo. Durante el kirchnerismo, la obra pĂşblica fue Julio De Vido, cabeza durante las gestiones de NĂ©stor y Cristina Kirchner de la cartera de PlanificaciĂłn Federal, InversiĂłn PĂşblica y Servicios. Y en menos de una dĂ©cada, De Vido sintiĂł como nadie en la polĂtica argentina el embate de la Justicia federal, y el despoder que viene con ello.
El 25 de octubre de 2017, un año antes de que explotara el caso de los cuadernos de las coimas, en pleno gobierno de Mauricio Macri, De Vido se entregĂł a las autoridades en los tribunales de Comodoro Py, asediado por causas de corrupciĂłn. Era diputado nacional en ese entonces; ese mismo dĂa, la Cámara Baja habĂa decidido su desafuero, con 176 votos afirmativos, entre ellos, cuatro de miembros del Frente Para La Victoria. Dos jueces federales, Claudio BonadĂo y Luis RodrĂguez, pidieron semanas antes que lo despojaran de su inmunidad para que sea arrestado de inmediato, un pedido ratificado por la Cámara Federal. La polĂtica se cerrĂł en su contra. Entonces, De Vido fue y se entregĂł.
Obtuvo rápidamente un cupo en el penal de Ezeiza. Luego, fue trasladado a Marcos Paz. RecuperĂł la libertad en marzo de 2020, tras tres meses de prisiĂłn domiciliaria. En el medio, fue condenado en octubre de 2018 a cinco años y ocho meses de prisiĂłn por el delito de administraciĂłn fraudulenta por su rol en la tragedia ferroviaria de Once; el Tribunal Federal N° 4 lo inhabilitĂł a ocupar cargos de por vida. En septiembre de 2023, el Tribunal en lo Penal EconĂłmico N° 1 lo absolviĂł en el juicio por el ingreso de 800 mil dĂłlares al paĂs en las valijas del empresario venezolano Guido Antonini Wilson, un caso que data de 2007.
En abril de 2022, fue condenado otra vez, acusado de enriquecimiento ilĂcito junto al ex secretario de transporte Ricardo Jaime a cuatro años de cárcel por la compra de trenes a España y Portugal. La Sala III de la Cámara Federal de CasaciĂłn Penal, integrada por los jueces Mariano Borinsky, Daniel Petrone y Alejandro Slokar, confirmĂł la pena en 2024, pero ordenĂł al tribunal que la dictĂł que la recalcule con base en atenuantes no considerados.
El 6 de noviembre prĂłximo, De Vido enfrentará vĂa Zoom al Tribunal Federal N° 7, la fiscal general Fabiana LeĂłn y la querella de la Unidad de InformaciĂłn Financiera, como acusado en el caso de los cuadernos de las coimas escritas por Oscar Centeno, el remisero de su nĂşmero 2 en el Ministerio, Roberto Baratta, que terminĂł preso tal como Ă©l, con decenas de empresarios que entregaban supuestos sobornos de un 10 o 20 por ciento del total del presupuesto de megaobras para financiar campañas polĂticas, con Baratta como cobrador.
De Vido enfrentará este proceso representado por su histĂłrico abogado, Gabriel Palmeiro, del estudio de Maximiliano Rusconi. Será el segundo de 75 imputados en importancia polĂtica, solo superado por Cristina Kirchner. El tiempo, sin duda, pasĂł: De Vido ya tiene 75 años. Cumplirá 76 a fines del mes siguiente del inicio del proceso.
Toda la cúpula también
En septiembre de 2019, el juez Claudio BonadĂo, tras una investigaciĂłn de los fiscales Carlos Stornelli y Carlos RĂvolo, enviĂł a juicio al ex superministro como organizador de la asociaciĂłn ilĂcita que supuestamente encabezaba CFK, como coautor de cuatro presuntos casos de cohecho pasivo y un hecho de admisiĂłn de dádivas. Baratta, que fue su subsecretario de CoordinaciĂłn y Control de GestiĂłn, un ex taxista y quinielero convertido en un funcionario estratĂ©gico, fue acusado de ser un organizador tambiĂ©n. Los empresarios imputados que declararon como arrepentidos lo señalaron como el encargado de exigir la plata.
“La maniobra fue organizada por Julio Miguel De Vido y Roberto Baratta, quienes desde los cargos que ocupaban se encargaban de que se realizaran los cobros comprometidos”, apuntĂł BonadĂo en su elevaciĂłn a juicio de septiembre de 2019.
El fallecido juez enviĂł a proceso a toda la cĂşpula del superministerio kirchnerista. JosĂ© MarĂa Olazagasti, secretario privado de De Vido, tambiĂ©n está entre los acusados, asĂ como JosĂ© LĂłpez, secretario de Obras PĂşblicas, el hombre de los bolsos en el convento, el secretario de MinerĂa, Jorge Mayoral, y el subsecretario de Desarrollo Urbano, Germán Nivello. Baratta, Del RĂo y Olazagasti fueron marcados en supuestos pasamanos de plata entre 2010 y 2015. Un sobre entregado el 28 de mayo de 2015, supuestamente, contenĂa un millĂłn de dĂłlares en efectivo crocante.
Baratta, de acuerdo con la investigación -fuertemente nutrida por los contenidos de los ocho cuadernos y ratificada por las confesiones de los empresarios arrepentidos- no solo era un cobrador, sino también un intermediario. En 2009, uno de estos empresarios, de acuerdo con su confesión, le pidió al subsecretario “que arbitrara los medios para que el entonces ministro De Vido dispusiera la venta por remate de tres terrenos” ubicados en CABA, asegura un pasaje en el expediente.
AsĂ, entre julio de 2009 y agosto de 2010, pagĂł en cĂłmodas cuotas un millĂłn de dĂłlares, con bolsos entregados en diversos puntos de CABA. El supuesto receptor de esta plata fue el fallecido secretario de NĂ©stor Kirchner, Daniel Muñoz.
Fuentes en el expediente estiman que, con esta cantidad de imputados y una lista inicial de más de 600 testigos, el proceso tardarĂa años en terminar. De Vido llegarĂa a la tercera condena en su historia como un hombre de casi 80 años.