
En el inicio de una semana clave en los planes del presidente Javier Milei, el ministro del Interior, Diego Santilli, y el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, en traje de interlocutores con las provincias, tomaron la definición de no convocar a Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Gildo Insfrán (Formosa), referenciados en la figura de la expresidenta Cristina Kirchner, a Casa Rosada en el marco de las negociaciones por la agenda legislativa que impulsa el Gobierno Nacional.
Según notificaron fuentes oficiales a Infobae, el motivo que torció la idea que algún momento estuvo en la mente de los dos funcionarios fue la falta de “puntos de conexión” entre los cuatro díscolos peronistas con la administración libertaria.
El tándem federal había anticipado que anunciaría la determinación una vez concluidas las rondas con los 20 mandatarios provinciales aliados y finalmente, la decisión tomada fue evitar el contacto en esta primera instancia aunque aclaran que desde la cartera y la coordinación ministerial están abiertos a abordar “temas de gestión”. “De igual forma nosotros nos reunimos con peronistas. Jalil, Jaldo y Ziliotto vinieron a Rosada”, se escudan desde el ecosistema libertario.
En la conferencia de prensa del pasado miércoles, el exvocero hizo públicos los motivos que delimitaron la respuesta final ante los reclamos de algunos referentes del Partido Justicialista (PJ). “Nosotros trabajamos para lo que la gente nos pide. Cuando uno marca que el equilibrio fiscal es un tema fundamental, que el endeudamiento implica un sacrificio para las generaciones futuras, cuando pedimos que se adhieran a determinadas leyes entendés que hay gobernadores que no van en línea con lo que la gente nos pide“, postuló, y completó: “¿Puede existir la reunión en el futuro? Tal vez exista, pero hoy no tiene mucho sentido cuando lo único que les importa es que al Gobierno le vaya mal. No hay mucho para dialogar”.
La negativa llega además cuando Kicillof da sobradas muestras de activar, a partir de febrero, la campaña que lo catapultará a competir en las próximas elecciones presidenciales de 2027, como detalló este medio. En paralelo, el propio Javier Milei hace lo propio con visitas a las provincias en el marco de lo que denominó como “Tour de la Gratitud” para agradecer el respaldo del interior del país en los comicios de medio término. El pasado viernes inició las recorridas con una caminata en la provincia de Córdoba y tiene planes de continuar con los desembarcos en otros territorios poblados.
Por estas horas, la mesa política que coordina la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, aplica lo discutido en las últimas dos ediciones de la semana pasada para anotarse los primeros triunfos legislativos de la segunda mitad de gestión. Con la hoja de ruta ideal que incluye la obtención de dictamen y aprobación del Presupuesto 2026 en los próximos tres días y la idea de iniciar el debate por la Reforma Laboral en la Cámara de Senadores el próximo miércoles, el flamante ministro del Interior dedicará sus horas a la actividad en el Congreso prevista para el período de sesiones extraordinarias.
De lo resuelto en la última reunión del pasado viernes en Casa Rosada surgió la instrucción para que Diego Santilli escolte esta semana a las dos espadas designadas por el Poder Ejecutivo para la tarea: el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y la senadora de La Libertad Avanza Patricia Bullrich. En representación de la Jefatura de Gabinete hará lo propio el secretario de Asuntos Estratégicos, Ignacio Devitt, recientemente nombrado.
Desde la planta baja de Balcarce 50, donde se ubica el despacho del exdiputado del PRO revelaron a este medio que el ministro “estará abocado 100 por ciento a la estrategia parlamentaria”. “Estará presente todo el tiempo en el Congreso, en línea directa con los gobernadores, diputados y senadores para conseguir los votos del presupuesto, inocencia fiscal y el avance parlamentario de la reforma laboral”, precisaron además.

Luego de haberse reunido con 18 de los 20 representantes provinciales que adhirieron al Paco de Mayo firmado en Tucumán, el Poder Ejecutivo tiene puentes con el resistente santafesino Maximiano Pullaro que se niega a visitar Casa Rosada sin “respuestas” concretas a los problemas de cada territorio.
Sin embargo, una importante voz con acceso al despacho presidencial se mostró despreocupado por la resistencia y reveló que hay conversaciones subterráneas abiertas con la provincia del noreste cuya ex vicegobernadora Gisela Scaglia lidera un bloque (Provincias Unidas) de 18 diputados. Otro de los que tampoco fue convocado es Claudio Poggi (San Luis), de buena sintonía con los interlocutores del Ejecutivo, pero sin representación legislativa.
Los puntos de contacto con los gobernadores y legisladores continúan y se mantendrán durante los próximos días. Varios de los representantes provinciales volvieron a visitar el Palacio de Gobierno y entre las filas libertarias siguen de cerca algunas relaciones específicas como la que mantienen con el santiagueño Gerardo Zamora, ahora devenido en senador, que cuenta con 10 bancas en el Congreso Nacional. Algo similar ocurre con Hugo Passalaqcua (Misiones), quien junto al referente misionero Carlos Rovira lideran un bloque de cuatro diputados y dos senadores.
Pasados los primeros desafíos en el Congreso, Diego Santilli intentará visitar las provincias que le faltan para completar el listado de 23. Sabe que para cumplir con su sueño de gobernar la provincia de Buenos Aires en 2027 deberá anotarse éxitos Ejecutivos en la cartera que lidera desde el 11 de noviembre. “Ahora existe un canal de entrada, como una especie de articulación al interior de la gestión. Interior es una cartera política que requiere de diálogo”, argumentaron desde el entorno de dirigente del PRO.


