El presidente Javier Milei firmó este lunes, tal como había anunciado en varias oportunidades, los vetos a las leyes que aumentan las jubilaciones y el bono, restituyen la moratoria previsional y declaran la emergencia en discapacidad. Al igual que el año pasado, el principal argumento del Poder Ejecutivo para rechazar las normas fue que el costo fiscal pondría en jaque el superávit y, como consecuencia, haría tambalear el plan económico.
La oposición sabía que Milei esperaría hasta el límite del plazo legal para oficializar los vetos y aguardaba con ansiedad a conocer la letra chica de los decretos porque habían sido advertidos extraoficialmente de que el Gobierno iba a recurrir a alguna “trampa” legal para dificultar la insistencia del Congreso.
Los más desconfiados vieron confirmadas sus sospechas cuando descubrieron que el Poder Ejecutivo vetó las tres leyes en un solo decreto, el 534/2025, cuando lo habitual hubiese sido utilizar tres decretos separados. Su principal preocupación era que el oficialismo se valiera de ese detalle técnico para someter a votación las tres insistencias todas juntas. Es decir, como si fuera un paquete de leyes.
La hipótesis de la oposición era que el Gobierno de esta forma buscaría obstruir cualquier tipo de especulación o apoyo parcial de sus aliados: por ejemplo, que rechacen el aumento jubilatorio y la moratoria pero dejen pasar la declaración de emergencia de discapacidad.
Esta última ley, que aumenta las pensiones por discapacidad e indexa por inflación las prestaciones profesionales, fue la que recibió mayor apoyo en Diputados: tuvo 148 votos afirmativos, mientras que el aumento jubilatorio logró 142 y la moratoria apenas 111.
“Políticamente, el oficialismo, busca forzar un ‘paquete’ con todas las leyes juntas para que todo caiga o todo pase. Jurídicamente, el Congreso puede insistir con cada ley por separado, evitando que el veto condicione el proceso legislativo. Un decreto no puede indicarle cómo votar al Congreso”, afirmó el diputado dialoguista Oscar Agost Carreño en sus redes sociales.
Ante la consulta de Infobae, desde la Presidencia de la Cámara de Diputados negaron rotundamente estas versiones y aseguraron que es “falso” que el Gobierno busque imponer alguna forma de votación.
“¿Si no querían hacer eso para qué utilizaron un solo decreto?”, especularon en la oposición. Si bien no detallaron por qué se hizo de esta forma, fuentes de Casa Rosada ratificaron que “por más que se haya vetado en un solo decreto, la oposición podrá insistir con cada ley por separado o alguna de ellas”.
Los bloques de la oposición dura y dialoguista ahora analizan cuándo será el mejor momento para intentar rechazar los vetos. Por lo pronto, no los incluyeron en la sesión de este miércoles, donde intentarán dar media sanción a varios proyectos con impacto fiscal que podrían correr la misma suerte y terminar vetados. Se trata de una aumento del financiamiento universitario, la declaración de emergencia en pediatría (por la crisis en el hospital Garrahan) y del sistema de ciencia y tecnología.
Algunos especulan que los vetos, que serán girados a comisión esta semana, llegarán al recinto el 20 de agosto, junto con los proyectos patrocinados por los gobernadores para repartir automáticamente los ATN y para coparticipar el impuesto de los combustibles líquidos. Otros creen que la discusión merece una sesión propia más cerca de la campaña electoral, cuando el costo político de votar en contra del aumento jubilatorio sea más elevado.