El árbitro designado para el estreno de River Plate frente al Urawa Red Diamonds en el Mundial de Clubes 2025 es el alemán Félix Zwayer, nacido el 19 de mayo de 1981 en Berlín, de 44 años, y con insignia FIFA desde 2012.
A pesar de contar con el respaldo de la UEFA y la FIFA, su trayectoria está lejos de reflejar la solidez de un árbitro de élite. Su carrera estuvo marcada por una notoria irregularidad técnica, decisiones de criterio discutible y una dualidad entre lo ortodoxo y lo pragmático que muchas veces se traduce en inestabilidad para el control del juego.
De profesión agente inmobiliario, Zwayer arrastra una mancha ética imborrable: su involucramiento en un escándalo de manipulación arbitral en sus inicios, del cual, a pesar del paso del tiempo, no ha logrado despegarse del todo. Este antecedente sigue condicionando su imagen y lo distancia del perfil que históricamente representó con prestigio al arbitraje alemán.
Su designación para un partido de alto perfil reaviva el debate sobre los criterios de elección en instancias internacionales y la necesidad de mayor coherencia entre el respaldo institucional y el mérito deportivo.
Con Félix Zwayer encabezando la terna, lo estarán acompañando los asistentes Robert Kempter y Christian Dietz, también alemanes. El cuarto árbitro será el australiano Campbell-Kirk Kawana-Waugh.
Zwayer fue protagonista de uno de los mayores escándalos arbitrales de Europa en las últimas décadas. En 2005, fue suspendido durante seis meses por su participación en un caso de amaño de partidos, aceptando 300 euros para influir en decisiones arbitrales. Fue colaborador del árbitro Robert Hoyzer, principal implicado en una trama que conmocionó al fútbol alemán. Si bien Zwayer fue quien reveló el caso ante la DFB (Federación Alemana), su participación directa quedó expuesta, marcando un punto de inflexión negativo en su carrera.
Dirigió recientemente partidos de alto perfil como la final de la UEFA Europa League entre Manchester United y Tottenham y también estuvo presente en la Eurocopa 2024, incluyendo la semifinal entre Inglaterra y Países Bajos. Sin embargo, Zwayer no figura entre los cinco árbitros mejor considerados de UEFA. Su presencia en partidos importantes ha sido más producto de rotaciones que de una consolidación técnica.
Tiene un promedio de 5.42 tarjetas amarillas, 0.18 rojas y 0.32 penales por partido, lo que muestra una tendencia a la intervención frecuente, pero sin claridad en la línea técnica. El tiempo efectivo de juego bajo su dirección es de 50 minutos, por debajo del ideal para una conducción dinámica.
En su proceso para las tomas de decisiones de importancias ha demostrado ser un árbitro de VAR dependiente y registra sus mayores desafíos técnicos en las áreas esperando el llamado del equipo VAR.
En tanto, su desempeño físico durante los encuentros ronda los 12 kilómetros recorridos por partido, lo cual refleja buena preparación atlética.
El recuerdo de Bellingham: la memoria no olvida
Uno de los momentos que volvió a poner su nombre bajo la lupa ocurrió en 2021, en un partido entre Borussia Dortmund y Bayern Múnich, cuando Jude Bellingham cuestionó públicamente su designación por su historial. “Si le das el encuentro más importante de Alemania a un árbitro que ya amañó partidos antes… ¿qué esperabas?”, dijo por entonces el mediocampista inglés, en una frase que recorrió el mundo.
Qué le espera a River
La designación de Zwayer para el debut de River Plate en el certamen que se disputa en los Estados Unidos no es una garantía de coherencia arbitral. Lejos de tratarse de un juez consolidado o respetado por su calidad técnica, su historial demuestra que es un árbitro que ha sobrevivido más por política que por excelencia. Su presencia representa un factor de riesgo si el partido deriva en fricción, presión o jugadas límite, ya que su historial de incoherencias y decisiones polémicas podría reaparecer.
Para un torneo que promete revolucionar cada cuatro años el calendario internacional, el arbitraje de Zwayer es una señal de alerta.
