Boca Juniors debutará esta tarde noche en el Mundial de Clubes frente al Benfica y expondrá ante el planeta fútbol su valía a nivel internacional. Luego del frustrado ciclo de Fernando Gago como entrenador y el interinato de Mariano Herrón, quien será el encargado de llevar lo más lejos posible al elenco de la Ribera es Miguel Ángel Russo, quien pondrá en marcha su tercer ciclo al frente del equipo xeneize hoy mismo. ¿Cuáles son los objetivos internos que se plantearon para esta competición?
Si hay algo en lo que se caracteriza Russo, que en Boca experimentó en Libertadores (ganó la sexta y última estrella de Boca en 2007), Sudamericana y Mundial de Clubes 2007, es en dejar pocos títulos cada vez que afronta los micrófonos. Sería imprudente para él fijar una meta antes del estreno de su equipo en una competición inédita que genera incertidumbre en los sudamericanos, pero también los europeos más poderosos. Sin embargo, puertas adentro saben que se sentirán realizados si cumplen con ciertos parámetros.
“La idea es ser competitivo. No son partidos simples y normales, ellos tienen una forma bien definida de juego. Estamos viendo muchos videos y cosas. Hay que encontrar las formas y elegir los tiempos y momentos de presión. Vamos a jugar contra equipos difíciles, no nos podemos meter atrás. Hay que saber de los retrocesos y de qué forma ir hacia adelante, con qué ímpetu”, declaró Russo en la previa, cuando le consultaron si era definitorio el duelo ante Benfica para las chances de clasificación de Boca y sobre el certamen en general.
La premisa será competir, estar a la altura de las circunstancias, más allá de la diferencia de jerarquía que pueda existir entre los planteles (haciendo referencia al Benfica y Bayern Múnich, ya que Auckland City presentará algunos rasgos de equipo amateur y de hecho perdió 10 a 0 frente a los bávaros). Ese es el verbo al que siempre hace referencia Juan Román Riquelme, presidente del club, quien se unió al búnker azul y oro en las últimas horas y llegó con la buena noticia de la inclusión de Ayrton Costa en la nómina final de 35 futbolistas.
Román mencionó sobre la expectativa que genera en Boca el MDC: “Para nosotros es muy importante estar acá, estamos felices, con mucha ilusión. Me dijeron que los muchachos están bien y esperamos el partido con Benfica”. Y, pese a haber intentado mejorar la calidad del plantel con un par de refuerzos (Marco Pellegrino y Malcom Braida), tiene claro que será difícil competirles a los del Viejo Continente. El sitio Transfermarket cotiza al Bayern Múnich en una cifra superior a los 900 millones de euros y, al Benfica, en más de 350 millones de euros. Por su parte, el Xeneize apenas supera los €86 millones, mientras que Auckland City no llega a los €5 millones.
En el búnker de la Universidad de Barry en Miami, jugadores, cuerpo técnico, directivos y auxiliares tienen claro que clasificarse a los octavos de final del Mundial de Clubes es el gran objetivo planteado. Hace algunas semanas, Marcos Rojo había dejado entrever que Boca perseguiría este objetivo cuando todavía no estaba echada su suerte en el Torneo Clausura: “Pasar la fase de grupos sería algo muy lindo para nosotros y más para la gente que también reservó entradas y va a viajar”. El defensor, posible titular esta tarde noche, ahondó: “Viendo a Benfica, tranquilamente podríamos pasar el grupo, pero hay que hacer las cosas muy bien y estar preparados. En el primer partido con Benfica nos definimos gran parte del grupo. Hay que tratar de sacar un buen resultado y después ver cómo se dan las cosas”.
En cuanto al incentivo económico, Boca embolsó 15 millones de dólares por participar de esta cita internacional y ya sabe cuánto se llevará por puntuar en cada partido: USD 2 millones por encuentro ganado y USD un millón por match empatado (si pierde, nada). El cálculo que hacen en la intimidad, dentro de un marco optimista, es asegurar entre USD 3 millones y USD 5 millones contemplando entre 4 y 7 puntos en la fase de grupos. Y, en caso de clasificarse a octavos, la suma se incrementará a USD 7,5 millones más. Es decir que, si el Xeneize pasa de ronda, tendrá asegurados casi USD 23 millones producto de su participación en fase de grupos y clasificación, sin contar los bonus por partidos empatados y/o ganados, lo que elevaría la cifra a un total de USD 28 millones.
Si Boca termina primero, jugará octavos de final contra el segundo del Grupo D, compuesto por Chelsea, Flamengo, Esperance de Túnez y Los Ángeles Galaxy. Si culmina segundo, chocará contra el primero de dicha zona. Aquellos clubes que avancen a los cuartos de final sumarán USD 13.125.000. Los cuatro semifinalistas obtendrán 21 millones de dólares, y los finalistas se repartirán un total de USD 70 millones, con USD 40 millones para el campeón y USD 30 millones para el subcampeón.
Se premiará con un total de 1.000 millones de dólares a lo largo del Mundial de Clubes. De acuerdo con lo aprobado por el Consejo de la FIFA, el sistema de distribución se basa en dos pilares principales: 475 millones de dólares se asignarán en función del rendimiento deportivo de los equipos, mientras que los restantes 525 millones se destinarán como pagos por participación, ajustados según criterios deportivos y comerciales. El equipo campeón podría recibir hasta 125 millones de dólares, considerando los premios acumulados por victorias en partidos y avances en las distintas fases del torneo.
