A Miguel Merentiel no solamente le otorgaron el primer tanto de Boca Juniors en el Mundial de Clubes contra el Benfica sino que además recibió el premio al mejor jugador del partido con el que el Xeneize levantó el telón en la cita internacional. El uruguayo fue elogiado por su anticipo contra Nicolás Otamendi, aunque las repeticiones de un ángulo lateral de las cámaras oficiales generaron controversia en las redes sociales en las últimas horas: ¿fue gol en contra?
Lautaro Blanco armó una gran jugada situado como extremo izquierdo, le tiró un caño a su marcador Florentino Luis y envió el buscapié para encontrar a su compañero en el área. Merentiel arrancó y pareció anticipar a Otamendi, para dejar parado al arquero ucraniano Anatoliy Trubin y salir a festejar. Las repeticiones ahora mostraron que no es la Bestia (en la etapa final tuvo que ser reemplazado ya que se acalambró los gemelos de ambas piernas) el que desvía la trayectoria de la pelota sino el defensor argentino, quien quedó lamentándose por la jugada.
A pesar de la ventaja numérica y del dominio defensivo de un Boca que se puso 2-0 y luego sufrió el descuento por un penal ejecutado por Ángel Di María sobre el cierre de la primera mitad, el panorama cambió en el minuto 84. Un tiro de esquina ejecutado por el turco Orkun Kökçü encontró a Otamendi libre de marca en el área. El defensor argentino conectó de cabeza, venció a Marchesín y desató su celebración frente a los hinchas xeneizes. Este gesto provocó una reacción airada en las gradas, intensificando la rivalidad entre el jugador, confeso hincha de River, y los seguidores de Boca.
El enfrentamiento entre Otamendi y los hinchas de Boca no se limitó al gol. Durante la presentación de los jugadores antes del partido, el defensor fue recibido con silbidos debido a su conocida afinidad con River Plate. Y la temperatura también se elevó después del encuentro, donde tuvo un cruce dialéctico con Agustín Marchesín, con quien compartió plantel en la selección argentina. “Cerrá el orto vos, muerto. Tomatela, tomatela. Hablás una banda ahora que jugás en Boca, bobo. Cerrá el orto…”, fue el exabrupto de Ota para con el arquero xeneize, en las narices del árbitro mexicano César Ramos.
En declaraciones previas al torneo, Otamendi había expresado su amor por River y su incertidumbre sobre un posible regreso al club en el futuro. “Me queda este año de contrato con Benfica; saben que soy hincha de River, pero no quiero ilusionar a la gente”, comentó en diálogo con ESPN. Además, destacó su buena relación con los dirigentes y jugadores del club millonario, dejando abierta la posibilidad de un retorno.
El empate dejó sensaciones encontradas para ambos equipos. Por un lado, Boca Juniors mostró un buen desempeño colectivo, especialmente en la primera mitad, pero no logró sostener la ventaja hasta el final. Por otro lado, el Benfica, a pesar de jugar con un hombre menos durante los últimos 18 minutos, consiguió rescatar un punto gracias a la intervención de Otamendi.
El Mundial de Clubes continúa siendo un escenario de alta competencia, donde cada detalle puede marcar la diferencia. Para Boca, el desafío será mantener la solidez mostrada en gran parte del partido y evitar que episodios como el gol de Otamendi vuelvan a costarles puntos cruciales en el torneo.
