Oklahoma City Thunder logró una victoria contundente por 123-107 frente a los Indiana Pacers y empató 1-1 la final de la NBA en una noche donde la intensidad defensiva, la profundidad del plantel y el liderazgo de Shai Gilgeous-Alexander, quien alcanzó los 3.000 puntos en la temporada y se transformó en el 12° jugador en lograrlo en la historia, marcaron la diferencia. El resultado devuelve la paridad a la serie por el anillo y anticipa una batalla cerrada conforme la acción se traslada a Indianápolis.
El Paycom Center fue una caldera desde el salto inicial, con los Thunder decididos a cambiar la imagen tras la caída en el primer partido, cuando cayeron ante la increíble reacción de Indiana guiada por Tyrese Haliburton. Esta vez, Oklahoma impuso condiciones desde el primer cuarto: cerró los primeros 12 minutos arriba 26-20 tras un parcial de 7-0, demostrando solidez en defensa y un ataque eficiente.
En el segundo parcial, el dominio de los locales se intensificó, marcando una diferencia de hasta 19 puntos gracias a la presión a Haliburton y al dominio en el rebote, con Chet Holmgren e Isaiah Hartenstein mostrando su poder en el juego interior. Indiana sostuvo el pulso por momentos con triples, pero Oklahoma encontró respuestas más allá de Gilgeous-Alexander, quien sumó 15 de sus 34 puntos antes del descanso. Los de Mark Daigneault se fueron al vestuario con un cómodo 59-41, diferencia que obligó a los Pacers a buscar una remontada épica.
Los Pacers, que han sido especialistas en revertir marcadores adversos durante estos playoffs, intentaron reaccionar en el tercer cuarto pero nunca lograron recortar la distancia a menos de 13 puntos. Siakam asumió protagonismo en Indiana, que también contó con algunos destellos de Nesmith y Turner, pero la noche no fue especialmente productiva para su ofensiva. Tyrese Haliburton, que había entregado una función estelar en el primer juego, quedó contenido por la defensa local y se quedó en 17 puntos y 6 asistencias.
Gilgeous-Alexander mantuvo el control del encuentro en todo momento, bien secundado por una gran actuación colectiva. A sus 34 puntos sumó también 8 asistencias y 5 rebotes, consolidando su impacto en ambos costados de la cancha. Alex Caruso tuvo una producción inmejorable saliendo desde la banca, con 20 puntos, 4 triples y eficiencia en ambos lados del juego. Jalen Williams aportó 19 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias; Aaron Wiggins firmó 18 unidades, también con gran puntería desde la línea de tres; mientras que Holmgren sumó 15 tantos y 6 rebotes.
Por el lado de Indiana, ningún jugador logró romper la defensa rival ni cambiar el impulso del partido. Myles Turner contribuyó con 16 puntos, Siakam aportó 15 con baja efectividad en tiros de campo, Nesmith agregó 14 y tanto Nembhard como McConnell llegaron a los 11 puntos.
El partido sirvió además para mostrar la versatilidad y la profundidad del plantel de Oklahoma, que tuvo cinco jugadores con doble dígito en puntos. Ya sobre el cierre, Rick Carlisle optó por reservar a sus titulares, resignado ante una diferencia irreversible.
La serie se traslada ahora a Indiana para el tercer partido, que se disputará el miércoles, y lejos de clarear el panorama, anticipa nuevas emociones en una definición que parece destinada a extenderse hasta el límite. Thunder e Indiana han demostrado recursos y carácter para luchar hasta el final, con Gilgeous-Alexander y Haliburton como protagonistas centrales de una NBA que vive una de sus finales más abiertas de los últimos años.
