Por fuera del regreso de la barra de River al paravalancha en la Copa Libertadores, detrás del anuncio de Patricia Bullrich de enviar el listado de derecho de admisiĂłn a los Estados Unidos para que si las autoridades competentes quieran apliquen la misma polĂtica con los argentinos impedidos de ingresar a los estadios, escondidos detrás de los incidentes en la segunda bandeja de La Bombonera del sábado pasado cuando Boca pasĂł a LanĂşs y se produjeron peleas entre quienes insultaban a la comisiĂłn y quienes la defendĂan, hubo novedades en la lucha contra la violencia en el fĂştbol y las noticias vinieron todas desde el ámbito judicial y con importantes penas para los barras que manejan las tribunas de sus clubes. CĂłrdoba, Mendoza, BahĂa Blanca y Santa Fe vieron diezmado el poder de ciertos personajes del fĂştbol a partir de decisiones judiciales que implicaron en tres de las jurisdicciones penas altas de prisiĂłn y en todos los casos sobre personajes poderosos del mundo del delito en el ámbito deportivo.
La resoluciĂłn más impactante se produjo en Mendoza: Diego Aguilera, alias El Asesino, mandamás de la tribuna de Godoy Cruz y tercero en la dinastĂa de los Aguilera que viene asolando al fĂştbol cuyano desde hace más de dos dĂ©cadas, fue condenado a 13 años de prisiĂłn. La Justicia lo encontrĂł culpable tras un juicio en el que se analizĂł su rol como organizador de una red criminal con alcance provincial y vĂnculos directos con el negocio del fĂştbol. Además de su manejo de la barra, para el Tribunal Oral Federal 2, el Asesino era el organizador de una banda narco que actuaba en todo el territorio cuyano y que tambiĂ©n se dedicaba al acopio y venta de armas de extracciĂłn ilegal. La causa se remite a una investigaciĂłn que culminĂł en 2020 cuando la Justicia encontrĂł que toda la familia Aguilera regenteaba el tráfico de estupefacientes y los negocios ilegales del más popular de los deportes. AsĂ cayĂł en prisiĂłn Daniel, alias el Rengo, quien liderĂł desde 2002 la popular Tombina y a quien secundaban sus hermanos Diego y Walter a balazo limpio. El Asesino se mantuvo prĂłfugo dos años, se peleĂł con su hermano y pasĂł a manejar Ă©l la barra. La guerra familiar se trasladĂł al estadio a punto tal que lograron suspender varios encuentros, el más famoso contra San Lorenzo en medio de una batalla descomunal. Veremos quĂ© ocurre ahora tras la decisiĂłn judicial que confirma al Asesino en prisiĂłn hasta mediados de la prĂłxima dĂ©cada, aunque hay quienes dicen que seguirá manejándola tras las rejas y que la contabilidad de la barra la llevará su hermana, que tiene derecho de admisiĂłn pero está en libertad.
En CĂłrdoba, por su parte, se dio un hecho casi inĂ©dito en la Argentina: un fiscal actuĂł de oficio cansado de las provocaciones permanentes entre la facciĂłn oficial y la disidente de la barra de Belgrano que originaron varios hechos de violencia donde los damnificados no denunciaban, empezĂł a investigar y puso en el banquillo de los acusados a ocho integrantes de ambos grupos, entre ellos sus lĂderes, el inefable Loco Tito, jefe hasta 2022, y a su sucesor y rival, Lucas PavĂłn, muy ligado al mundo sindical de los recolectores de residuos.
El Loco Tito es Roberto Ponce quien el 15 de noviembre de 2021 se retiraba de la jefatura de la barra brava de Belgrano de CĂłrdoba tras 48 años de tribuna y 40 en el máximo sitial, convirtiĂ©ndose en el jefe barra más longevo de la historia. ParecĂa que su era estaba terminada y en paz y que le dejaba el sitio a su segundo, el Gitano Pedro Minuet, con quien entre otras cosas viajĂł a varios Mundiales, entre ellos el de Sudáfrica 2010 con Hinchadas Unidas Argentinas. En realidad esa salida pacĂfica era el corolario de una interna que se venĂa gestando con otro grupo, el de Lucas PavĂłn, que buscaba ser el nuevo rey. De hecho, aquel 15 de noviembre, PavĂłn decidiĂł no ir ni Ă©l ni su gente a la cancha para que Tito tuviera su despedida en paz. Era un pacto de caballeros que ponĂa punto final a una era para abrir otra nueva.
Pero la nueva conducciĂłn decidiĂł no compartir nada con quienes habĂan formado el legado. La tensiĂłn fue en aumento y la guerra comenzĂł a mediados de 2022. Hubo cinco enfrentamientos en tres meses hasta que en el Ăşltimo de ellos, en septiembre, Tito recibiĂł dos impactos de bala. Cuando se recuperĂł, siguiĂł la guerra que tuvo su Ăşltimo capĂtulo en febrero de este año. AhĂ el fiscal acelerĂł e imputĂł a todos los protagonistas que esta semana decidieron aceptar sus responsabilidades e ir por un juicio abreviado con penas de entre ocho meses y tres años de prisiĂłn. A Tito le dieron un año y dos meses y a PavĂłn, ocho meses. Parece poco pero a ambos se les impuso la prohibiciĂłn de concurrencia a los estadios por dos años, por lo que se espera que se debilite su poder en los alrededores de Barrio Alberdi.
En BahĂa Blanca tambiĂ©n la Justicia hizo lo que el fĂştbol no puede: sacar a un jefe barra de la cancha y mandarlo a prisiĂłn. En este caso, el Tribunal Criminal 3 condenĂł a seis años de cárcel a Facundo SolĂs por haber asesinado a GastĂłn Ortega en el gimnasio de básquet de la instituciĂłn en medio de una disputa por el poder de la barra. Fue en el marco de un juicio por jurados, primera vez que se utiliza esta figura en un proceso por una disputa barrabrava y la familia de la vĂctima afirmĂł que apelará la pena porque asegura que los atenuantes impuestos por la jueza, como que SolĂs no habĂa ido a asesinar sino que todo se produjo en medio de una riña, no se condice con lo ocurrido y acusa a la PolicĂa de haber armado una escena para beneficiar a SolĂs y a su grupo en la barra.
Y por Ăşltimo para cerrar la semana, en Santa Fe la Justicia dictĂł la prisiĂłn para cuatro barrabravas de ColĂłn pertenecientes a las facciones Los de Siempre, que con la familia Leiva al mando dominan la popular hace casi tres dĂ©cadas, contra el grupo de La Negrada, que se hizo fuerte desde 2021 y entablĂł una guerra de guerrillas para acceder al poder bajo la jefatura de Brian RĂos, alias Chucky. Los primeros tienen su asiento en el barrio Centenario y los segundos en los edificios del Fonavi que se agrupan bajo el nombre de San JerĂłnimo. Si bien este Ăşltimo grupo se formĂł en 2019, la verdadera batalla comenzĂł despuĂ©s de la pandemia y fue increscendo desde 2022 hasta llegar al año pasado a sumar vĂctimas fatales. Pero tras la condena a ochos años y medio de prisiĂłn para el lĂder de La Negrada, parecĂa que todo se iba a calmar. Pero esa calma durĂł apenas meses. Este año desde marzo volvieron los incidentes y en el Ăşltimo hubo varios cruces a balazos limpios en ambos barrios. La Justicia investigĂł y detuvo ahora a cuatro barras, entre ellos uno de los Leiva, y les dictĂł prisiĂłn preventiva. Se verá si es suficiente para parar a los delincuentes del tablĂłn o sĂłlo se trata de una medida que atenĂşa un rato la violencia, hasta que todo vuelve a la normalidad. Una normalidad que desangra a diario al fĂştbol local.